He imprimido unos apuntes para
continuar con el curso universitario de español que llevo estudiando desde hace
un par de meses. Este me preparara como profesor de español para guiris. He imprimido los apuntes…,
aunque también pude haberlos impreso.
Parece que imprimir genera
cierto debate. Uno en que todos tenemos la oportunidad de participar, pues cada
uno es libre de hacerlo. Libre, para participar ante la posibilidad; libre,
para probar cualquier participio. Probar y decidir. Pues una vez experimentado
con ellos, mejor escoger uno.
Me dirijo al lector que escoge
el haber impreso en lugar de haber imprimido. Si ya existe el impreso como adjetivo, ¿por qué
utilizarlo también como verbo? A estos les digo: no economicen el lenguaje. Puesto
que sufrimos diversos recortes por parte del Gobierno, ¿por qué ahorrar también
en Español?
Espabilemos y démonos cuenta
de que nuestro idioma, nuestra lengua española, es el bien más preciado que
tenemos en el país. Esta se hará cada vez más rica cuanto menos la economicemos.
Se trata de una riqueza que hasta el más pobre de los afectados por la crisis
se puede lucrar.
Y, por lucrar, tampoco
aconsejo utilizar el lenguaje
políticamente correcto. Aquel a través del cual políticos y políticas creen que endulzan sus bocas con eufemismos
dirigiéndose en el Congreso de los
Diputados y Diputadas, para llevar a cabo algún que otro homenaje o mujeraje al corrupto de turno, ante
todos los presentes y, ¿por qué no?, presentas.
Creo que ya bastó con la jueza y la médica.
No pases la tijera por nuestro
español… que las tijeras ya las pasó la política con el castellano. Abróchate
bien el cinturón y apriétate el pantalón, o los pantalones, que, como este,
nuestra lengua tiene millones de matices que confirman su grandeza. Está
delante de tus propias narices, o tu propia nariz, así que fíjate con detalle.
Pruébate las gafas de culto, o gafa, analiza y lee entre estas líneas.