Con todos mis repetos, siempre Franz Kafka, y sin que un titular robe tu grandeza en la literatura por el simple abrevio de tu nombre, comienzo esta entrada con subjetivas en tu honor después de leer “La metamorfosis” pues, aun siendo yo el insecto que comenzó a leer el libro, todavía continúo vivo y con ganas de escribir. Ahora sí, para todos aquellos que no han emprendido con su dedo el pasar de hoja de un libro de Kafka, o leer su obra, les invito a asentir con sus índices sobre el botón izquierdo del ratón, o continuar leyendo esta publicación. Eso o cómo sobrevivir a uno de sus ejemplares.