viernes, 28 de marzo de 2014

La pesadilla de un soñador

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Escribe sentado frente al escritorio de su cuarto de estudio, como siempre. Le gusta escuchar música cuando lo hace, pero hoy es diferente…y es que no consigue encontrar ninguna melodía que defina lo que siente o, mejor dicho, lo que no.

Han pasado varios años desde que consiguió deshacerse de la espina más dañina que comenzó a perforar sus ilusiones desde joven. Entonces su vida giraba en torno a una pena de la que no fue consciente hasta tarde. Lloró. Nunca compartió su dolor con nadie, aunque no sufrió en silencio. Pero esta es la historia de un soñador.

Siempre se guio por un lema, eterno: “si crees en los sueños, ellos se crearán”. Esta cita se presentaría en su vida personificada, sin saberlo. Esta vez sin daños. Esta vez Espinosa. Y así fue. Su vida se transformó cuando más creyó en ellos.

Fue conectando los puntos del puzle de su vida. Cada momento era uno de ellos y vivirlos hacía que se trazara la línea que los unía. Creyó tan fuerte que logró soñar en dos años lo que nunca antes en sus días. Y siempre con una melodía. La misma que una vez lo empujó hacia delante. La banda sonora de su vida.

Todos aquellos sueños cumplidos ahora son intensos recuerdos en su mente. Allí se almacenan millones de imágenes y sentimientos. Se encuentran atrapados en su cabeza y ahora no tiene ninguno. La pesadilla del soñador. Piensa. Cuanto más lo hace más fuerte aprietan las cadenas alrededor de su cerebro. Y es que no está escrito que pensar sea el camino

Creía que nunca habría una salida a su amargura. Pero creyó. Lo hizo. Y entonces apareció un interrogante que nunca antes se había presentado en el puzle de los momentos. Era el siguiente punto. Evidente. Una vez alguien le aconsejó: “¿Qué es lo que quieres?”.

Escribe sentado frente al escritorio de su cuarto de estudio, como siempre. Le gusta escuchar música cuando lo hace, pero hoy es diferente…y es que encuentra la melodía que define lo que siente cuando termina de escribir.


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